Autora: Maribel Villar
Hola, me llamo Maribel y esta semana tengo el placer de poder reflexionar, gracias a Creando Educación Social (Lucia), y el espacio que nos ofrece para seguir construyendo como educadores y educadoras sociales.
Antes de hablar sobre el tema que os quería exponer, os diré de mi que trabajo desde hace 16 años en una residencia para personas con diversidad funcional en Cataluña, y que anteriormente trabaje en el mismo sector en la Comunidad Valenciana durante ocho años. Y con este bagaje me he hecho muchas preguntas sobre mi papel en este mundo, como presentarme ante él y como involucrarlo en la sociedad “normalizada”;permitidme que use el termino, ya que por desgracia aun medimos el mundo en quienes se consideran normativos y los que no lo son, o no lo somos. ¿Quien soy yo? ¿Que hago aquí? ¿Como he de actuar?, ¿que esperan de mi?….¿debo educar o restringir?,¿ O debo acompañar?,¿son términos sinónimos?…. Y cara a la población ¿cómo he de presentarles? ¿Debo tolerar todo ya que claro tienen una discapacidad? O ¿debo coartar todas
sus acciones para que los demás no se sientan incómodos? Como conciliar dos mundos.
Y desde este punto parte mi reflexión, COMO CONCILIAR DOS MUNDOS. En muchas ocasiones dividimos la sociedad bajo una serie de premisas que si puedes cumplir eres una persona normativa; para los ciudadanos de a pie somos normales; pero si no puedes estas fuera de norma, eres diferente, necesitas ayuda, necesitas cosas diferentes al resto. O al menos eso sentimos. La lógica nos dice que si encontramos a una persona con una neurodiversidad cualquiera, su forma de entender el mundo le hará necesitar un traductor y así poder vivir en un mundo neurodiverso pero estandarizado. Y aquí entro yo, yo soy el traductor…un traductor que habla cientos de idiomas y ninguno, es lo que tiene trabajar con personas, que lo que ayer era así, hoy ya no lo es. Y el traductor está genial, vive dentro de un espacio perfecto, cerrado, construido para….donde los problemas se pueden resolver de múltiples formas. Pero ay!! tenemos que salir. La burbuja se rompe y nos enfrentamos al mundo normativo, con sus reglas. Y entonces inventamos la INCLUSION.

En este punto nos vuelven a atacar las dudas, mi función en este acompañamiento es “hacer pasar por el aro a esta persona”, perdonadme el coloquialismo, pero si que en una parte de mi vida me sentí así…mi función era que estén limpios y tranquilos, que no destaquen, que no se vean, que no existan…porque fuera de la norma no se existe, las personas somos o debemos ser un patrón prefijado por una estructura normativo social, todo lo demás es el resto…y usamos términos como pobrecito, claro es que no puede….uy! Hacen vacaciones?? , o el maravilloso gracias a personas como vosotros que los cuidáis, sino que seria de ellos. Aunque al tema cuidados lo dejamos para otra reflexión, sigamos ahondando en el tema vacaciones.
Para referirnos a las vacaciones de las personas con diversidad funcional, ni tan solo usamos la palabra vacaciones, sino que ellos y ellas marchan de CAMPAMENTOS. Palabra que implica que hay un control y una programación rigurosa con unos objetivos. Como cuando nuestros niños(y nosotros mismos) marchábamos de campamentos…cambias de espacio, pero sigo siendo aleccionado sobre lo que se espera de mi, sobre unos objetivos que me acercaran mas a la norma.
Y tras estos años trabajando, tras estos años realizando colonias, me surge una pregunta de nuevo(espero que estas preguntas también os hagan a vosotros plantearos vuestra realidad, puesto que la evolución surgió de un interrogante), ¿qué quieren ellos de su tiempo de ocio?
Obvio que en muchas ocasiones, probablemente necesiten a una persona que les ayude a decidir y estructurar sus vacaciones, necesitaran de alguien que les acompañe, pero no solo para traducir el mundo, sino para realizar la misma traducción hacia el mundo, ya que;he aquí mi reflexión; como educadores nuestra función debe ser acompañar tanto a la persona con diversidad funcional como a la persona normativa que se relaciona con. Porque nuestro objetivo debe estar no en la inclusión( que como leísteis mas arriba no deja de ser poner a alguien en algún sitio) si no la convivencia, generar espacios de aceptación y respeto donde tenga cabida cualquier tipo de persona, sin sufrir prejudicio y ofreciendo la posibilidad de disfrutar del entorno, con aquellos soportes que necesite, sin buscar una asimilación o comparación con la norma. Debemos buscar ofrecer un mundo ( no nos quedemos en las vacaciones) donde se tiene en cuenta la diversidad social y se ofrecen servicios en igualdad de condiciones a toda la ciudadanía.
Antes de despedirme quería pediros a todos un favor; estamos o estaremos de vacaciones ,
recordad las palabras de Miguel Gallardo, haciendo referencia a su hija: yo si quiero que mi hija sea diferente y se respeten sus necesidades. Disfrutad de las vacaciones y convivir con la diversidad.
Maribel Villar
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