Autora: Elisa Anta
Todo este tiempo sin escribir y publicar tiene una razón.
El mal llamado estado de Bienestar nos lleva a un ritmo diario sin paradas y descansos correctos. Vivimos a más velocidad de lo que nuestro cuerpo y mente puede soportar, pero aguantamos y aguantamos.
Por qué?
Un día entras en la rueda y te ves corriendo a todas partes, pensando mil cosas a la vez, anotando recados en las manos para no olvidarte, y llegando tarde y sin aire a casi todo. Entraste en la rueda y ya no puedes salir. No debes salir. No quieres salir.
La imagen más gráfica es cuando visitas por primera vez Madrid (yo soy gallega) y ves a la gente corriendo (andan rápido aunque para ti es correr) por las calles, en el metro,….y al cabo de dos días te ves haciendo lo mismo. Entras en la rueda.
Pues esa rueda no es sana. Lo sabes y en ocasiones dedicas tiempo para ti para oxigenar. Pero yo me pregunto, ese tiempo es real o es también un tiempo ficticio de parada del estado de bienestar?
Me explico. La parada puede ser darte un baño, ver una peli, leer un libro, dar un paseo,… o cualquier actividad que te guste y te apetezca, pero lo más importante de la misma es que solo hagas eso y que hacerlo no implique que cuando vuelvas a la rueda, tenga cosa pendientes, porque si no, de que valió? Si estás dando un paseo pensando en lo que te queda por hacer, si sacas una foto para las redes mientras ves el mar, si repasas la agenda mientras ves la peli….no es descanso real. Y si tras ese breve parón vuelves a la carrera porque ya vas tarde, tampoco es descanso real.
Pues este es el motivo de mi parón; sin querer, sin pensarlo, sin ser consciente, PARÉ.
Un parón real. Seguí manteniendo mis obligaciones personales y familiares, y lo demás se paró. Que placer. Me dejé llevar por el momento y rodeada de los que quiero y me quieren, me escuchan y escucho, los que dicen las verdades y no me duele y a los que les digo las verdades y no se ofenden,…de esos que hay pocos, los elegidos. De esos me rodeé y sin saberlo paré.
La mente oxigena y el cuerpo se relaja.
Mi problema fue tratar de ponerme al día sin aceptar el ritmo de la rueda. Y no se puede, o estás o no estás. Y yo creo que prefiero no estar, porque volver a intentarlo me ha supuesto un desgaste que no quiero.
El mundo va más rápido que nosotros y aunque queramos no vamos a llegar a su ritmo. La tecnología y las redes sociales nos llevan a la inmediatez, al segundo y pasado ese segundo ya te quedas atrás. Verdaderamente necesitamos esa inmediatez?
Escucho a lxs adolescentes y jóvenes que me rodean sobre los histories, el instagram, los posdcast, las documentales, las series, los videos, los juegos,….Todos los días son miles de lugares ficticios en los que tienen que estar (para ellos si es una exigencia) y de cada uno de ellos sale otro nuevo, y asi sucesivamente. Demasiada información que no les deja tiempo para la reflexión, el estar, el hablar cara a cara, … ellos mismos dicen que no dan, que es demasiado.
Pues imaginaros yo; jajajajaj ni doy ni quiero dar. Me gusta adaptarme a lo nuevo, intentar no quedarme atrás, pero eso no puede implicar acelerar más mi rueda.
Como siempre, la vida nos va llevando, y desde Semana Santa pensaba en escribir esta sensación de placidez al parar conscientemente, cuando Lucia (Creando) subió algo similar a las redes. Será conexión, será que vamos todos a un ritmo superior!!
Cada persona que lo analice como quiera.
Y como Educadoras Sociales? Creo que como Edusers debemos enseñar a discernir, reflexionar, seleccionar, decir que NO,…y sobre todo usar el sentido común, que debe ser a mi entender lo que moviera este mundo caótico.
Hoy, tranquila, relajada, cumpliendo con el dia a dia y sin esa necesidad de ESTAR, me encuentro bien.
Me gustaría saber como hacéis esa parada consciente.
Como siempre un placer, Eli.