Por Elisa Anta Rial (2022)
BUFF!!!!
Es la única manera en la que puedo empezar a escribir hoy, y que cónste que pensé que iba a ser imposible. Tenía pensado un tema muy interesante pero como siempre me dejo llevar con mi yo de hoy, y le voy a atacar a la CONCILIACIÓN.
No quiero ni buscarlo en el diccionario porque me va a sentar fatal, pero lo voy a hacer:
“La conciliación familiar es un concepto que hace referencia al equilibrio existente entre la vida profesional y personal de un empleado. Es un concepto relativamente nuevo que busca la felicidad de los trabajadores de una empresa para que estos sean eficientes y productivos en sus puestos de trabajo.”
Aquí hay para mucho.
“Equilibrio existente entre la vida profesional y personal”
“Concepto relativamente nuevo”
“…busca la felicidad de los trabajadores para que sean más eficientes y productivos”
Pues nada, aquí estamos, tratando de conciliar entre mi vida, mi familia y mis quehaceres. Son las 19 de la tarde y empiezo ahora un post que debería estar a las 10 de la mañana. Y yo estoy de baja laboral…imaginaros si trabajara….toleo de pensarlo.
Vamos a analizar el término “conciliación familiar” porque me parece que es erróneo, ya que la búsqueda de la conciliación profesional y personal debería estar adecuada a todxs los trabajadorxs. Pensadlo.
Yo tengo 2 hijos, unos padres mayores y un marido que vive en la actualidad fuera de España. Tengo que conciliar a nivel familiar, evidentemente, pero y a nivel personal? Dónde esta mi conciliación?
Yo antes de tener hijos también tenía necesidades de conciliar pero al no tenerlos ni personas mayores a tu cargo, quedas fuera de esta opción.
Porque no nos confundamos, la CONCILIACION FAMILIAR no es la REDUCCION DE JORNADA por cuidado de hijxs y/o personas a cargo. No señores, son dos cosas diferentes. A los que pedimos reducción de jornada, se nos mira mal por otrxs trabajadorxs (y es así) porque trabajamos menos y ajustamos horarios, pero nadie se ha parado a pensar que también cobramos menos? Y esta reducción no quita que sigamos necesitando conciliar, porque tu no decides cobrar y trabajar menos, son las circunstancias las que te obligan a ello, ya que la conciliación no existe. ¿Veis el circulo que se crea?
Abogo por una conciliación real personal, sacando el término familiar. En estos tiempos de multitodo, donde las circunstancias personales son múltiples y más las familiares, habrá que darle una vuelta a este “concepto relativamente nuevo” y ya obsoleto.
Si se garantiza una conciliación real, es evidente que” lxs trabajadorxs sean más eficientes y productivxs”, verdad? Pero creo que en este momento esto no se acerca ni un poquito a la realidad.
Centrándonos en la figura de la Educadora Social, nos encontramos con horarios variables (al mes, a la semana o a veces al dia), jornadas de 12 horas de fines de semana, noches de sustitución, vacaciones sin cubrir, asuntos propios inexistentes,…. Entonces como vas a organizar tu vida, ¿Cómo te planificas?
Si yo me quiero apuntar a clases de pintura, de yoga, de pilates,…ya sé que pagaré el mes pero no podré ir todas las semanas, porque mi horario es variable. Si quiero planificar un finde de amigas, necesito cuadrarlo con antelación, cero improvisación. Si mis hijxs, mis padres o algún familiar que dependa de mí se ponen enfermxs, me toca improvisar como solucionar,…
Un desastre. Llegas al trabajo corriendo, estresada y con baja energía. Y entonces se supone que debes rendir más,….
Solucionarlo no me parece tarea fácil, ya que nuestra profesión requiere de presencia real, aunque si creo que los turnos pueden adecuarse más, y el momento informes puede ser telemático. Habría que darle una vuelta entre todxs para ver que necesidades tenemos y como podemos solucionar estos problemas personales sin que afecte a las personas con las que trabajamos.
El trabajo de las entidades sociales debería pasar por más comunicación entre todas y menos críticas, esto beneficia a personas empleadas y a personas beneficiarias del recurso.
Así lo veo yo.